domingo, 20 de julio de 2008

de búsquedas e ideales


En la película de Sex and the City hay una escena en la que Carrie entra a un departamento hermoso en el upper east y dice con voz de placer snob algo como “I feel like I’ve just died and gone to real estate heaven”… pues la semana pasada I woke up and went to real estate reality. Mi amorcin y yo pasamos varios días dando vueltas por el DF viendo departamentos. Inconscientemente mi imaginación ya se había mudado a una propiedad con pisos de madera, espacios amplios, ventanas del techo al piso y una iluminación de revista de diseño. Sobra decir que en el departamento de mis sueños no había un cuarto para mi presupuesto ni mi realidad.
Pasamos unos días bastante estresantes durante los cuales estuvimos acompañadas el 90% del tiempo por corredoras inmobiliarias con voces agudas y pelo ochentero. Me pregunto si existe una universidad en donde además de enseñarles a contestarte exactamente lo que creen que quieres escuchar, les den tips de peinado y les ayuden a elegir atuendos espeluznantes. Además tuvimos que enfrentar al DF intimidándonos y obligándonos a preguntarnos una vez más si en realidad queremos sumarnos a sus casi 9 millones de habitantes. Para los que no están familiarizados con las dimensiones y particularidades de nuestra capital, la cuidad está dividida en dos mil doscientas colonias repartidas en 16 delegaciones… lo cual sin todos los números solo quiere decir… “despídete de tus estándares de calidad de vida provinciana”.
El nuevo hogar de mi imaginación estaba originalmente ubicado en la colonia Condesa y ya me veía paseando a mi perro por sus parques y gastándome todo mi sueldo en las terrazas de sus barecitos y restaurantes. Sin embargo mi ubicación ideal presentaba un pequeño inconveniente, el ir y venir al trabajo me tomaría aproximadamente 3 horas diarias. Con mi asco por el volante esto hubiera sido igual de tortuoso que conseguirme un trabajo en un McDonalds o intentar vender juegos de cuchillos de puerta en puerta.
El resultado final de nuestra aventura inmobiliaria esta lejos de las expectativas idealistas a las cuales me aferraba al principio de la búsqueda. Es un pequeño departamento en la colonia las Águilas con dos cuartos, un baño microscópico y pisos blancos de loseta. Pero no todo es decepcionante… tiene una luz increíble, es calientito y con buena distribución, el piso es inmune a la incontinencia de mi cachorro y con los grandioso nuevos puentes de López Obrador voy a hacer menos de 20 minutos al trabajo.
Ahora, con el deposito pagado y la firma del contrato programada para el martes, mi imaginación se va adaptando y ahora en lugar de crear un paraíso inmobiliario, gasto mi actividad mental escogiendo los colores y la adistribución de los muebles que todavía no tenemos.

Besos

3 comentarios:

Más claro, agua dijo...

Al final conseguirás diseñar tu propio paraíso... Suerte y paciencia ;-)

Rachelitaclash dijo...

saludos!!! :D

Ishtar dijo...

Qué emoción!!!!

Acomodar la paleta de colores a tu conveniencia, con tu mujer y tu hijo...

Puede haber algo mejor (bueno, el depa en la Condesa, pero teniendo a tu mujer y tu hijo, lo demás qué más da???