lunes, 28 de enero de 2008

Frente al mar

Llueve en el mar:
al mar lo que es del mar
y que se seque la heredad.


¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma.


Las olas se retiran
—ancas, espaldas, nucas—
pero vuelven las olas
—pechos, bocas, espumas—.


Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.

Octavio paz

viernes, 25 de enero de 2008

Sujeta a disponibilidad…


A todos nos gusta creer que los afectos, dados y recibidos son constantes y seguros. Nos convencemos de que estamos presentes para el otro y nos reconfortamos con la idea de que el otro está siempre allí para nosotros. Pero en estos días se me ha vuelto evidente que como cualquier otro absoluto ese “siempre” es simplemente imposible. En un momento en que el tiempo enflaca y las energías se me ponen tacañas, mi posibilidad de estar allí para el otro está “sujeta a disponibilidad”, me alcanza solo hasta donde den las fuerzas y se estiren los minutos. Cada vez que ignoro el celular o cambio de camino para no encontrarme a nadie, termino topándome de frente con la culpa de no ser constante y con el miedo de que cuando yo quiera ya nadie va a estar.

domingo, 13 de enero de 2008

De las cosas que tal vez ya no vienen al caso...

NOTA: la mencion de las cartas que mandaba en el intercambio en el post anterior hizo que me dieran ganas de poner una... asi que aqui esta... es larga pero bueno, parece que tenia mucho que contar...


Hola!!
Que bueno que les iba a escribir todos los días verdad? Jeje… lo siento pero no he tenido nada de tiempo libre para sentarme frente a la compu. Que bueno que ya es fin de semana, porque de verdad llevo un rato haciendo “notas mentales” de lo que les quiero contar y pues aunque mi memoria es joven y funciona bonito tampoco hay que pasarse.
Ahorita es viernes en la tarde y estoy sentadita en la sala de computadoras en la biblioteca de la uni. El clima aquí (como en la mayor parte de los edificios) es glaciar. No, no crean que ya hace tanto frío, lo que pasa es que en Boston la obsesión de los gringos con controlar la temperatura ralla en lo ridículo. Mucha mucha gente tiene gripa por vivir dando estos brincos entre el invierno interior y la vaho tibio y húmedo que se apodera de la cuidad por momentos. Por lo que he escuchado las gripas son una constante, ya que cuando el frío empieza afuera, los esfuerzos se concentran en crear un micro-clima tropical en los espacios cerrados (ufff… apenas puedo esperar).
Bueno basta del clima, siento que es un tema como para platicar con un desconocido mientras esperas el metro y no el tipo de cosa que le quiero contar a mis amigos y familia. Mmm… aprovechando la mención del metro, déjenme que les cuente un poco de mis aventuras usando el destartalado trasporte publico que ofrece Boston. Mi casa queda muy cerca de una parada de lo que aquí se llama “T” (para todos nosotros el metro). Para llegar a dicha parada (la cual consiste de un pequeño estacionamiento y un par de banquitas al lado de las vías), tengo que caminar hasta la esquina de mi calle y luego atravesar un mini parque con unas canchas de básquet, fut, columpios y arenero. Toda esta caminada me toma tal vez unos 2 o 3 minutos, pero a pesar de la poca distancia, la mayoría de mis corajes ocurren en estos 300 metros me separan del “T”, que esta allí paradito… lo veo y me hecho una carrerita (cargando una mochila llena de libros y otra con mis cosas del gimnasio), solo para llegar jadeando con las mochilas arrastrando y los lentes torcidos a ver alejarse la cola del trenecito.
Esto del transporte publico esta resultando ser toda una experiencia en si; coordinar los horarios, convivir con los personajes y buscar actividades que me entretengan en las 11 paradas mas 1 trasbordo que me toma llegar a la escuela , se han vuelto partes muy importantes de mi vida. Extraño mucho mi cochecito, sobretodo el las noches, porque los trenes paran a las 12:30am y pues eso limita bastante mis salidas. Todos ya saben que no soy exactamente un adicta a la fiesta, pero bueno de verdad tampoco me encanta la onda cenicienta de tener que salir corriendo a media noche para no quedarme varada en una apestosa y semidesierta estación de metro.
En fin… sigo cubriendo temas profundísimos… el clima, el transporte, mmm al paso que voy en un ratito les estaré hablando de políticas publicas y resultados deportivos.
Aunque pensándolo bien si les puedo entrar en otro tema hypper relevante… Mi Tele. Comprar el aparatito fue toda una faena, yo llegue a la tienda muy feliz y hasta un poco sobre-confiada porque como consumidora responsable que soy ya había buscado en Internet y hasta sabia que marca y modelo quería. Como podría yo imaginarme que no solo no tendrían el modelo de mi elección, sino que la tienda simplemente no tenia teles. Sip, así de fácil, ni un solo aparatito disponible. Cuando le exprese mi sorpresa y desilusión al malhumorado empleado de la tienda en cuestión (la cual por cierto no era ningún “changarrito”), casi se rió de mi y me dijo que los estudiantes compran TODO la primera semana del semestre, que ni perdiera mi tiempo en otras sucursales porque a menos de que estuviera dispuesta a comprar una mega pantalla de plasma con “home theater” y sonido envolvente (un poco fuera de mi presupuesto), no encontraría nada en ningún lado. En realidad el asunto de la TV no fue tan grave (jeje eso digo ahora, pero en el momento hubiera golpeado al hombrecito de la tienda), lo interesante fue darme cuenta de cómo en esta cuidad los estudiantes somos al mismo tiempo amados y odiados. Esta claro que somos una fuente de ingresos importantísima, pero estoy segura que la invasión y saqueo que soportan los Bostonianos cada mes de Septiembre tienen que ser bastante incomodos.
Volviendo al profundísimo tema de mi tele, solo déjenme decirles que si no me cuido voy a regresar a México con varias maletas llenas de aparatos que realizan funciones innecesarias (dígase un tostador solo para bagels, una caña de pescar de bolsillo, una lupa miniatura, etc.), siendo profundamente religiosa y completamente adicta a una gran variedad de suplementos alimenticios y medicamentos sin los cuales aparentemente ningún ser vivo puede considerarse “sano”. Esto porque de los 50 canales que tengo, unos 35 están dedicados a venderte algo, comprometerte con un camino espiritual (o simplemente salvar tu alma sin especificar una denominación religiosa definida) o convencerte de que el cuerpo no posee ningún tipo de sabiduría natural (olvídense de evolución y adaptación) y sin la ingesta periódica y permanente de ciertos productos, esta destinado a sufrir terribles enfermedades. En fin, creo que mis horas de ocio televisivo se limitaran a ver “Gray’s Anatomy” y tal vez un par de series mas, a las que con un poco de perseverancia les encontrare algún chiste.
Una cosa chistosísima de Boston es que la gente de aquí habla con una acento rarísimo, el cual según me dicen es básicamente incomprensible para cualquiera que haya crecido a mas de 50km a la redonda. He estado pensando en alguna manera de describir como suena, lo cual es bastante complicado, pero creo que tiene que ver con como pronuncian las vocales, particularmente la “i” y la “e”. Por ejemplo el otro día estaba en clase y mi profesor (un bostoniano de hueso colorado) dice muy serio: “You guys, don’t foget the test on mondiiiii”. A mi inmediatamente me entra el pánico ñoño y me pregunto “Pero que fregados es mondiii? Y porque no viene en el Syllabus o en el temario del examen?”. En fin, mientras alucinaba pensando es todo un tema de cuya existencia no tenia ni idea (mmm ya sabrán de mi leve perfeccionismo académico), alguien (claramente no originario de los alrededores) levanta la mano y pregunta “That would be MONDAY de 25th, right?” En ese instante volví a respirar y mientras mi corazón regresaba a su ritmo natural me prometí que trataría de aprender los curiosos matices del ingles de la región (y bueno, tal vez relajarme un poco en lo que respecta a las exigencias escolares).
Al leer sus respuestas a mi carta anterior me di cuenta de que mi amiga vietmami Vi ya tiene un club de fans en México, así que siento que es mi responsabilidad contarles como le ha ido. Desafortunadamente no tengo muchas noticias ya que con los horarios de clases y las tareas la he visto mucho menos. Pero…hace unos días nos echamos una profunda platica en la que me explico que en Vietnam el apellido se usa antes del nombre, así que allá ella seria “Niguyen Vi”, pero que al llegar a EU decidió usar su nombre de pila ya que mal pronunciado su apellido significa algo así como “smelly”. y las posibilidades que alguien lo diga bien aquí son prácticamente nulas. A pesar de que obviamente nadie sabría que la esta llamando “apestosa”, a ella le incomodaría mucho la situación. A esto siguió una sesión de vocalización y entrenamiento en las inflexiones del vietnami para lograr (después de mucho esfuerzo y frustración), que yo pudiera pronunciar correctamente su apellido… lo cual una vez logrado, a decir verdad me hizo sentir bastante orgullosa.
Algo de lo cual no les he contado y es bastante importante, es que además de ir a clases estoy trabajando en la parte de cognición del laboratorio de psicología. La verdad es que creo que es lo mas padre que hago en la uni, estoy con un profesor loquísimo y un grupo de estudiantes de todos los niveles diseñando, haciendo y discutiendo experimentos absolutamente pirados. El mas importante ahorita tiene que ver con categorización y el uso de relaciones causales y taxonómicas al hacer inferencias…. (ok ni yo entendí muy bien eso) el punto es que es el tipo trabajo que una vez que le semi-entiendes, no puedes dejar de aplicar, así que ahora me paso un buen rato pensando como llegue a cada conclusión, porque inferí una cosa y no otra, cual fue el tipo de relación que use para conectar dos ideas aparentemente independientes, bla bla. Si se lo que muchos de ustedes están pensando HUEVA!!! Pero ese es el menor de mis problemas, esta situación hace mis días mucho mas interesantes, pero puede resultar muy poco práctica en una realidad que no te permite tanta divagación y debrayes mentales. Así que estoy esperando, seguro en cuanto todo esto se vuelva mas cotidiano y me deje de ver tan ranchera, asombrándome de cada partecita de “descubrimiento” que se presenta en el laboratorio, podré regresar a mi vida normal en la que los pormenores del pensamiento, sin dejar de ser impresionantes, no consumen una cantidad de tiempo tan exagerada.
Ya por ultimo les puedo platicar un poquito de mi departamento… soy toda una ama de casa! No no se pueden imaginar, estoy en un barrio hypper familiar, en el parquecito de la esquina siempre hay señoras empujando carriolas, niñitos en el arenero, adolescentes jugando basquet y el otro día que llegue temprano hasta me toco un juego de béisbol con chamaquitos en uniforme (con casco y todo), mamas gritonas, entrenadores y un catcher gordito. Es como típica película gringusima, esas de “super sueño americano” y la verdad es que me siento tan ajena a todo que se me hace un poco como de broma. Estoy completamente fuera de lugar entre tantas familias, pero el otro día que llegue del super, toda cargada de bolsas, los pajaritos cantaban, el sol brillaba, los niños reían y los perros ladraban… yo tuve que resistir un inesperado impulso de abrir mi puerta y gritar “honny I’m hoooomeee!”… jeje, tal vez es un poco exagerado, por un buen tiempo prefiero jugar a la “casita” de un solo habitante. En fin, pues eso hago los fines, juego a mi casita lavando ropa, cocinando para la semana, barriendo, trapeando y prendiendo inciensos (los cuales tengo que vigilar de cerca por aquello de los detectores de humo). Muy divertido todavía, aunque no se cuanto me dure el gusto antes de darme cuenta de que en realidad lo que estoy haciendo son tediosas labores domesticas, las cuales después de un rato casi inevitablemente se vuelven una flojera.
Bueno, pues aunque creo que les he contado poco de lo que he hecho (básicamente ir a la escuela y ya), si he podido platicar algunas de las cosas que marcan mis días y los hacen mas interesantes (nótese que interesante no necesariamente tiene que tener una connotación positiva), espero que no quieran noticias especiales, porque ese mail si seria muy corto (aunque también, para este punto estoy segura de que a algunos eso no les parecería tan mala idea).
Les mando abrazos fuertes a todos, los quiero!

De la distancia

En este año me he vuelto una experta en distancias o bueno si no una experta por lo menos no una absoluta ignorante y creo que los kilómetros y los días me han enseñado algunas cositas que me gustaría compartir.
En primer lugar aprendí que las distancias son relativas, que nunca me he sentido tan cerca de una de mis amigas (te amo Larita) como cuando nuestra compañía de celular gringa nos daba llamadas gratis y nos hablábamos hasta en el baño (ok sobretodo en el baño). Me di cuenta también de que muchas veces aumentando la distancia entre nosotros y lo que conocemos nos acercamos mas a lo que somos, no hay nada que te enfrente más cabronamente a ti mismo que verte solo lejos de lo familiar. En otro país descubrí cuan mexicana soy, cuanto amo los chistes, los albures, el español que se habla casi sin abrir la boca o respirar y si la salsita y las palomas también. Con las cartas que mandaba, al principio con relativa regularidad y que se fueron haciendo más esporádicas hasta desaparecer por allí de noviembre, pude comunicarme con la gente que quiero de una forma completamente honesta y natural. En las primeras semanas, con mucha sorpresa me di cuenta de que puedo estar sola y estar perfectamente bien, que no pasa nada si no vez a nadie y no dices una sola palabra en todo el día y luego de repente te sorprende el sonido de tu propia voz.
Así regrese yo de mi intercambio, sintiendo que dominaba las distancias, que ya no me asustaba la separación, cual fue mi sorpresa cuando ahora me encuentro con un tipo de distancia que no había conocido y que jamás me hubiera podido imaginar. Estoy enamorada (re enamorada) y así me vengo a encontrar con una distancia que se mide en centímetros y no en kilómetros, en donde importan los segundos y no los días, donde a fin de cuentas no busco conquistar mi soledad… así que ahora a ver que hago con las separaciones inevitables y las despedidas necesarias… ya les contare.