miércoles, 10 de diciembre de 2008

Itsy bitsy spider...


Cuando era niña me fascinaban las arañas, me gustaba verlas colgadas de sus telas e hilos semi-trasparentes que yo, con todo el poder de mis manitas permanentemente embarradas de dulce podía destruir en un segundo. Ahora le tengo un poco más de respeto a esos bichos tejedores, que construyen microuniversos perfectos en los cuales sin mucho esfuerzo encuentran todo lo que necesitan para sobrevivir. Últimamente cuando pienso en mi misma me veo como una araña, colgada de hilos frágiles que una mano aburrida puede cortar en un instante. Sé que en algunos momentos de mi vida he construido complejas y equilibradas telarañas y que me he movido en ellas con soltura y confianza, por que la falla de un hilo no implica el colapso del sistema. Hace un tiempo, en un punto difícil de definir me pareció que uno de los hilos de mi telaraña era tan fuerte y tan brillante que no pude evitar colgarme sólo de él sin pensarlo dos veces. Ese hilo con todo su brillo y fuerza, como cualquier otro hilo usado en total exclusividad, no aguanto el jalón de sostenerme todita. Cuando escuche el “crack” del hilo y mi corazón tronando en completa sincronía me creí completamente perdida, tal vez por un ratito lo estuve, caí por un instante, pero el golpe en seco contra el piso nunca llego. No sé como pero quede colgada de unos hilitos que no había visto, una red de seguridad que había pasado desapercibida mientras jugaba al trapecista en mi hilo de oro. Llevo ya unos meses aferrandome a unos hilos delgaditos que por momentos siento extremadamente vulnerables, me veo colgada como las arañas más desafortunadas que trataban de hacer sus telas en las vigas del techo en mi cuarto de infancia. Todas las mañanas me despierto con el miedo de no estar ya sostenida por nada y no respiro hasta asegurarme de no estar cayendo. Me imagino y me pienso un día instalada en mi telaraña, pero los intentos de hilo me siguen saliendo frágiles… a veces me dan ganas de que llegue una mano y me haga caer de una vez por todas… pero aparentemente mi red de emergencia aguanta y por el momento ni se rompe ni se fortalece y yo sigo aquí simplemente colgada.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes que aunque caigas al piso va a estar todo bien, porque siempre va a haber dónde tejer y colgarse. La fragilidad de nuestros hilos es tan grande como la elasticidad de ellos. Podemos adaptarnos a cualquier superficie incluso hasta la de la mano que la quiera destruir.

SOY TAN LES dijo...

PODRIA ESTAR PEOR NO?

PAKI dijo...

PIENSA QUE MAS ALLA DEL PISO NO PUEDES CAER PEQUEÑA...Y SIEMPRE PODRAS LEVANTARTE...
(Y TE LO DIGO DESDE MI DEPRESION YA SABES)
BESOS

Anónimo dijo...

me encanta como escribes... nunca lo dejes. Nunca te dejes.

Anónimo dijo...

No tengas miedo.
Lo que tienes es fuerte, mucho más grande de lo que piensas.

Con el tiempo esos hilos no se harán más fuertes.
Con el tiempo te darás cuenta de que siempre lo fueron.

Anónimo dijo...

lo ke si tienes es gente ke te kiere mucho....
y sola no estas..
i´m right next to ya

sushi dijo...

mijo: me gusta la idea de colgarme de la mano, seguro me da un paseo interesante.
soy tan les: siempre.
paki: eso trato de recordarme todo el tiempo. ¿tu como vas? ¿hay noticias?
anonimo 1: gracias, espero nunca hacerlo.
anonimo 2: :D eso es todo
marik: thanx hun... i know. :)