Hace mucho tiempo, antes de que germinaran en mi las semillas de la incomodidad, la pena y el miedo al ridículo, participe en un concurso de oratoria. Me imagino que tenia unos 6 o 7 años y por alguna razón, probablemente que hablaba como perico y usaba palabras demasiado rimbombantes para mi edad, fui elegida para representar a mi grado declamando un poema de Sor Juana (cuya poesía era el tema del concurso). Me tomo semanas aprenderlo, por las tardes lo cargaba en una hojita gastada y se lo leía a cualquier pobre desafortunado que se dejara y por las noches me dormía escuchando una grabación de mi propia voz repitiéndolo una y otra vez, porque alguien me había dicho que esa era la mejor manera de aprenderse algo de memoria. No me acuerdo muy bien del día de la competencia, sólo se me quedó grabado que un niño (quien más tarde resultaría ser el ganador) gritó y lloró mientras declamaba no sé que poema de amor no correspondido. A mi me pareció que el niño se veía completamente ridículo arrastrándose como perro atropellado por el escenario y experimente por primera vez la pena ajena. Después de esto asocie inconscientemente los escritos de Sor Juana con el niño/perro atropellado y la omití por completo durante muchos años, incluso cuando mi amor por la poesía ya me hacia comprar libros de versos que escondía en mi closet para que no fueran encontrados por mis amigas de la prepa. Cuando iba en la universidad descubrí por casualidad, impresa en una pulsera promocional de una librería, la ultima frase de “Detente, Sombra” uno de los poemas de enamoramiento masoquista que son la especialidad de alguien que por voluntad propia se caso con Dios teniendo alma de mujer de mundo. A partir de ese momento caí rendida en los brazos de la monja, porque yo, aunque decida casarme con el mundo, de alguna forma siempre tendré alma de masoquista. Les dejó el poema que aunque no me encanta es preludio de la frase que más amo.
DETENTE, SOMBRA
Sor Juana Inés de la Cruz
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para que me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importaba burlar lazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
5 comentarios:
ps..falta la "n" en el titulo.
ppss: bellisimo post.
pppsss: viva la familia
bau
No me la vas a creer, ayer justo le dije a alguien, TU TE ACUERDAS DE CUANDO RESITASTE POESIA DE CHICA?
(por que fuimos al cine a ver una pelicula que se llama "la clase" que muchos premios gano que no sé que ami lo unico q me recordo fueron años escolares, y vaya que mucho, no dejaba de pasarme por la mente poesía de aquella epoca y que todavía me sé pero es aun más infantil, algo de un gatito y lo peor es q tambien cada pobre sufrio escuchandome y ganó mi niño favorito un precioso torero, ya mayor. con su viva voz y su guapura pero el no lloro, yo tampoco.
DETENTE.
me digo.
y tu ya siguelé...
besos Alondra.
( si tuvieras otro nombre te llamarías asi ) algunas veces sin que tengas otro, pienso que eres ella.
D¨*
Bau, qué "n"??? jajaja gracias
Gatita, que suerte que el tuyo era torero y sabia contener sus lagrimas...
EL GATITO VINAGRITO
Vinagrito es un gatito
que parece de algodón,
es un gato limpiecito,
enanito y juguetón.
Le gustan las sardinas
y es amigo del ratón,
es un gato muy sociable,
mi gatito de algodón...
es esta vinagrito???
la "n" de fantasia....yo no la veo en el titulo....bau
Hola acabo de encontrar tu blog y me agrada, solo así, me agrada... espero que no te moleste si te comento de vez en cuando :)
Sor Juana es una de mis poetas favoritas, si no es que la que más me gusta, en particular este poema que pusiste...
En fin, hasta luego si me lo permites, saludos!
Publicar un comentario