lunes, 19 de enero de 2009

Micro-relato

Por allí me dijeron que querían leer el mini cuento con el que participé en el concurso del cual les hablaba hace unos cuantos posts, así que aquí va. Tenía que ser de menos de 200 palabras y mencionar muebles (el concurso era de una mueblería). Esta es la historia de mis papás (decorada por supuesto) que se conocieron en un año nuevo en Valle hace muchos más años de los que quieren admitir.

En la mesa de vidrio tu reflejo, visto solo de reojo. No sé si fue la falta de luz o las cinco copas de champagne subiéndose a la cabeza, pero por un momento me pareció encontrarte como la primera vez, en la noche vieja del 68. Fue en casa de tu amiga, en la sala de película de James Bond, entré solo, me dabas la espalda y me regalabas tu reflejo en el espejo de la pared. Te mire durante horas, una versión cristalina de ti atrapada en el marco rojo. Hasta que te diste la vuelta y se encontraron los ojos, la primera de todas nuestras miradas. Nos enamoramos en los últimos minutos de un año desahuciado, condenando nuestro amor sin saberlo. Después empezamos muchos eneros juntos, comimos decenas de uvas y nos propusimos con cada cuenta regresiva salvar lo que había ente los dos. Diez, nueve, ocho… y ahora te veo, sólo reflejo… siete, seis… como hace años… cinco, cuatro, tres… y espero a que te des la vuelta… dos, uno… pero tu ya no estas.

2 comentarios:

Tristán dijo...

Está bueno, me gustó más que los que leí en esa página de mobica

sibaritas dijo...

felicidades por la victoria, de haber sabido con gusto votaba.
La sinceridad de tus lineas es tan permanente que me nubla la mirada, gracias por compartir un poco de tu historia y de tus pensamientos...